miércoles, 30 de septiembre de 2009

OCTAVIO

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Su primer nombre era CAIUS JULIUS CAESAR OCTAVIANUS, gobernó el imperio romano desde el año 27 a.c. hasta el 14 d.c. Éste fue el primero de los “Julio Claudios” en ascender al trono. En su lapso terminó la era juliana y empezó la actual era gregoriana, cosa que él no supo debido a que el calendario juliano fue cambiado 15 siglos después.

Ya bastante avanzado su gobierno, el emperador romano Octavio, usando una vieja costumbre de las putas ricas de Atenas, se cambió el nombre de Octavio por Augusto, palabra cuyo significado era “venerable”.
Octavio o Augusto – a este señor, para evitar confusiones, debido a que tenía varios nombres y títulos, y era el emperador de Roma, aquí lo llamaremos “Venerable”-, era de familia aristocrática, a los 15 años de edad ya era pontífice, y tenía 18 años cuando, por herencia dada por su tío abuelo Julio César, ascendió al trono de emperador de Roma. Julio César, el monarca anterior, había sido asesinado, y, para ganarse sus favores, absurdamente los senadores de Roma aprobaron que “Venerable” estaba preparado para manejar el destino del poderoso imperio romano. Pero, desde antes de coronarse - o coronar diría la mafia italiana ahora-, empezó a tener problemas: Marco Antonio, un amigo militar de Julio César, el anterior “César”, lo acusó de haberse ganado la adopción de éste a cambio de favores sexuales. Enseguida, por el trono, los dos se enfrentaron en guerra; ganó “Venerable”, pero poco después, estando “Venerable” en otra guerra, le tocó pedirle ayuda a Marco Antonio y luego tuvo que dividir el imperio romano en tres partes; una para Marco Antonio, otra para Lépido, un poderoso guerrero antes vinculado con su tío abuelo Julio César, y, como era de esperarse, “Venerable” se quedó con la que incluía Roma, que era la más importante.


Esa partida de trono se llamó Triunvirato; ya hecha, los tres triunviros promovieron una campaña, cuyo pretexto era castigar a los asesinos del César, pero en realidad lo que hicieron fue asesinar a sus rivales políticos y a numerosos ricos, para robar sus propiedades, y usaron parte de esos recursos para el pago de sus numerosas tropas, con las que se hicieron temibles y poderosos. Al final de esas acciones, Roma quedó con poquitos ricos, y más de 300 senadores, por ser ricos o porque los incomodaban a ellos, habían sido asesinados. Pero el pueblo romano era permanentemente abastecido con los botines de guerra que producía el saqueo a territorios conquistados por los ejércitos del imperio y el producto de los impuestos obligados a los pueblos sometidos, por lo cual “Venerable” tenía una gran aceptación popular en Roma.


Puede resumirse que el “Venerable” fue un gran guerrero, saqueador y esclavista, que llevaba a Roma los impuestos que les aplicaba a los pueblos que sometía y todo lo que saqueaba, para que el pueblo romano satisficiera sus necesidades y lo venerara a él y, para que se divirtieran a todo dar, con esclavos y lo que sobraba construyó numerosos templos y edificaciones para muchos eventos, incluido el de duelo a muerte obligado entre sus prisioneros de guerra. No se cansó de decir que había recibido a Roma de ladrillos y la dejaría de mármol. Se rumoraba que era bisexual pero no se destacó en aberraciones sexuales como sí lo hizo su única hija, habida en su segundo matrimonio, apodada “Viuda alegre”, y muchos de los familiares de su dinastía. Más puede decirse que fue un bandido idólatra que aseguraba que los dioses de Roma eran mucho más poderosos que los de Egipto, y que tenía una gran actitud esclavista, siendo además un gran despilfarrador del trabajo y sacrificio ajenos, cosa esta última que ha sido normal en todos los monarcas pasados y existentes.


La mayor parte del trabajo de exterminio de miembros de la monarquía, en ese periodo, lo hacía Livia Drusila, tercera y última esposa del “Venerable”, cuya primera víctima importante que envenenó se llamaba Marco Claudio Marcelo, quien era primo y esposo de Julia la Mayor, a quien en el bajo mundo llamaron después “Viuda alegre”, y quien era la única hija del “Venerable”, siendo el yerno del emperador, antes de ser asesinado, un fuerte candidato a ocupar el trono, luego de que el monarca falleciera.


Livia Drusila, con su primer esposo tuvo dos hijos, llamados Tiberio y Druso el Mayor, pero el emperador hizo que Druso desde niño viviera con su propio padre y, según registros históricos, ella fue una gran envenenadora que pasó a mejor vida a varios de sus familiares y a muchas personas que por alguna razón le resultaron incómodas. Nunca la investigaron debido a que era nada menos que la muy hermosa emperatriz de Roma, pero se ha creído que ella, además de Marcelo, envenenó a Lucio y a Cayo, nietos e hijos adoptivos de “Venerable”, y entonces herederos al trono. No hay pruebas de que fue ella la que hizo esos asesinatos, pero puede deducirse ya que su hijo Tiberio fue el único que siendo candidato al trono nunca tuvo inconveniente, incluso él se dio el lujo de renunciar a ese privilegio y luego su madre se lo hizo restablecer.
Pero no es fácil creer que ella aplicara sus brebajes tóxicos sin el consentimiento de su esposo “Venerable”, pues a varias de sus víctimas era él quien las convertía en envenenables. Más bien pudo ser que “Venerable”, para mantener agitado el ambiente de su familia y evitar que lo asesinaran a él, estratégicamente iba creando esas situaciones. Así, en condición de envenenable, puso a su gran amigo Agripa, a quien convirtió en candidato al trono, al casarlo con su hija “Viuda alegre”, ahora viuda de Marco Claudio, siendo ésta una hermosa mujer cuya historia de prostitución es larga; se dice que era amante a las orgías y que mantenía frecuentes relaciones sexuales con senadores, caballistas, plebeyos, libertos y esclavos.

Tenía fama de lasciva, se decía que nunca rechazaba una propuesta sexual extra matrimonial. Agripa estaba viejo y achacado cuando “Venerable” lo hizo casar con ella, pero durante su matrimonio nacieron cinco hijos, dos hembras y tres varones, entre éstos Lucio y Cayo, los dos que se cree que envenenó Livia. Pero Agripa tampoco se salvó de Livia, o al menos no heredó trono porque murió ‘de repente’ mucho antes que el “Venerable”.
Al morir Agripa, “Venerable” adoptó a Tiberio, hijo de su esposa con Tiberio Claudio Nerón, marido de ella antes de casarse con “Venerable”, y lo obligó a divorciarse de su amada esposa Vipsania, hija del fallecido Agripa, y luego lo obligó a casarse con su hija, la putísima “Viuda alegre”, quien para nada había dejado la prostitución.
Después, en ese matrimonio nació un hijo pero murió recién nacido y se sospechó que fue asesinado por Tiberio, para no reconocerlo porque no era hijo suyo. Todo indica que Tiberio sufrió mucho con ese matrimonio porque su esposa “Viuda alegre” siguió fornicando y “Venerable” le prohibió a él que viera a su amada ex-esposa Vipsania.


Los dos cónyuges eran casi de la misma edad, pero ese matrimonio como tal nunca funcionó sino que mas bien sirvió para delatar las horribles mañas sexuales de “Viuda alegre” ante su padre, quien como emperador de Roma era sumamente moralista y un gran defensor de la fidelidad matrimonial. La “Viuda alegre” fue acusada de adulterio; según el desarrollo de ese pleito, “Venerable” no sabía del horrible comportamiento de su hija y al saberlo se sintió burlado y enormemente avergonzado, por lo cual la hizo desterrar a una isla llamada Pandatoria y luego a Calabria, donde murió poco después. Pero “Venerable” no le levantó a Tiberio la prohibición de ver a Vipsania, ya que veía justo que si él perdía a su hija éste debía perder su esposa.
No se sabe bien cuál fue el acuerdo al que ellos llegaron, pero se sabe que Tiberio renunció a sus privilegios y se marchó a Rodas, adonde se cree que llevó a Vipsania, lo cual, se deduce, debió enfurecer a “Venerable”. Lo que siguió fue que “Venerable” anuló la adopción de Tiberio y adoptó a los dos hijos mayores de su hija, Lucio y Cayo, y se los llevó para su casa, siendo así ellos herederos directos al trono, pero ambos fueron envenenados, según rumores, por su esposa Livia, en uno de estos casos con la ayuda de su nieta Livila la Mayor, porque representaban un inconveniente para que su hijo Tiberio llegara al trono.


Es de agregar que, tal vez por respeto a su amigo yerno y para permitir la continuación de su linaje, “Venerable” al principio no adoptó a su nieto menor, Póstumo Agripa, pero, al morir sus hermanos, lo adoptó y seguramente para protegerlo del veneno de su esposa lo desterró sin causa aparente, con lo cual tampoco pudo salvarlo de la malvada Livia. Otro detalle era que, por un acuerdo con “Venerable”, Tiberio había adoptado a su sobrino Claudio Druso, hijo de su ya fallecido hermano Druso el Mayor, luego conocido como Germánico, futuro padre de Calígula, cosa que no le complicaría su ascenso al trono, pero que sí era un riesgo que éste lo asesinara para tomar su lugar y además le impedía que alguno de sus hijos heredara el trono.

Ya eliminados los dos herederos del trono, la envenenadora Livia hizo regresar a su hijo a Roma, “como un ciudadano romano nada mas”, pero luego logró que su esposo le restituyera el derecho a heredar el trono romano.


Cuando murió “Venerable”, los herederos del imperio romano eran Tiberio, el hijo de Livia, y Póstumo Agripa, el hijo de la “Viuda alegre” con Agripa, o sea el único nieto sobreviviente de “Venerable”. Pero, Póstumo había sido desterrado y no pudo regresar a Roma porque Livia logró eliminarlo antes de que él pudiera molestar a su hijo Tiberio, a quien ella quería en el trono. Y en esta historia no ocurrió como en las películas donde el malo siempre pierde: En este caso un hijo –Tiberio-, un nieto y un bisnieto de Livia, la envenenadora, fueron emperadores de Roma. Pero conviene aclarar que todos ellos eran familiares por varias líneas, se repetían los mismos nombres y eran endogamistas o sea que para no perder el trono romano se casaban entre ellos mismos, por lo que es fácil confundirlos y resulta difícil explicar los varios grados de familiaridad que tenía cada uno con los demás. Y debió ser por eso el poco respeto que, entre ellos, les tenían las esposas a sus esposos ya que, más que a un esposo, podían verlo como un miembro mas de su familia. Además, la regla común de las dinastías era que todos querían estar lo mas cerca posible de heredar el trono y con tal de conseguirlo mataban a cualquiera o hacían lo que fuera. Y, la muerte de un heredero, solía cambiar las condiciones y las alternativas de poder de cada uno de los miembros de la dinastía.
El “Venerable”, gobernó el imperio romano por más de 40 años, en su largo periodo, para beneficio de los romanos, esclavizó numerosos pueblos; fue un guerrero que, fuera del pueblo romano, no le permitió la libertad a ningún otro pueblo sometido, su cultura fue la guerra y eso fue lo único que le enseñó a su gente. Poco después de su muerte, políticamente fue convertido en “Divus”; dos de sus nombres, César y Augusto, se convirtieron en títulos de gobernantes, y fueron usados durante más de 400 años por la monarquía romana. Los tres nombres, literalmente querían decir: ‘Divino Venerable Todopoderoso’. El mes entonces llamado Sextílis fue cambiado de nombre y en honor suyo, de nombre le pusieron Augusto, que es el actual mes agosto.

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